martes, 26 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (III.1, III.2)

Karl Marx, El capital, México, Siglo XXI, 2010 pp. 115 – 139
Por Ileana García

EL DINERO, O LA CIRCULACIÓN DE MERCANCIAS 

1. Medida de los valores

Este apartado explica cómo participan el oro, el dinero y el precio como medida de los valores.

Al ser las mercancías producto de trabajo humano objetivado es posible medir el tiempo de trabajo, su valor inmanente, en una misma mercancía específica, el oro. Para que esto suceda distintas cantidades de una mercancía son igualadas a ciertas cantidades de oro.

De esto se deduce que la cantidad de mercancía y la cantidad de oro tienen el mismo valor, al mismo tiempo representa los valores mercantiles como magnitudes de la misma denominación iguales cualitativamente y comparables cuantitativamente.

A pesar de que el valor de las mercancías está en las mercancías mismas, es mediante la igualación con el oro como es representado. El oro se vuelve la forma ideal de la mercancía (lo cual implica que no es necesario tener oro físicamente presente para poder tasar una mercancía, es decir el oro referido es puramente figurado), diferente a la forma corpórea palpable de la misma.

El oro se vuelve entonces dinero, pero no por eso deja de ser oro. En cuanto dinero es la forma relativa general del valor de las mercancías, en cuanto oro es la forma relativa simple de valor.

El dinero también adopta una dualidad, al ser medida de los valores en cuanto medidor de la encarnación social del trabajo humano, es decir mide el valor de las mercancías y al ser patrón de los precios en cuanto medidor de las cantidades de oro, al momento de hacerlo surge la necesidad técnica de establecer patrones de medida, es decir denominaciones ponderales en forma de pesos metálicos.

Posteriormente las denominaciones dinerarias se separan de las denominaciones ponderales, las causas fueron la introducción del dinero extranjero, el desplazamiento de los metales por aquellos que son más valiosos y la falsificación de dinero por parte de los príncipes. Esto también causó que se creara una regulación por la vía legal, una subdivisión y nomenclatura para que los precios ahora se expresen en denominaciones dinerarias, que sin embargo se refieren a las denominaciones ponderales originales. Como resultado de esta separación al hablar de una mercancía mediante la equiparación con dinero, nos estamos refiriendo al precio pero no sólo al de la mercancía sino también al precio mismo de ese dinero, el precio se convierte en exponente de la relación de intercambio entre el dinero y el precio.

Sin embargo, hay dos incongruencias que se presentan en la forma del precio, la primera, de orden cuantitativo se refiere a una posible divergencia entre el precio y la magnitud de valor ya que en un modo de producción las normas sólo pueden ser promediales, y por lo tanto no cubren en su totalidad la posibilidad de cambios en las circunstancias. La segunda incongruencia es de orden cualitativo, cuando el precio deja de ser la expresión de valor, por ejemplo, las cosas que no tienen valor, tales como el honor o la conciencia adoptan la forma mercantil pues son equiparadas con una cantidad de oro figurado.

La posibilidad de enajenación se encuentra siempre presente en la forma de precio.

2. Medio de Circulación

En este apartado se explica la metamorfosis de las mercancías, los extremos que se presentan es ésta y las personas que intervienen.

La metamorfosis ocurre cuando las mercancías pasan a ser valores de uso para alguien más como resultado del intercambio, llevando posteriormente a un consumo.

En un primer momento, un poseedor de mercancía, la cual debe contener trabajo socialmente útil, se ve en la necesidad de convertir a su producto en valor de cambio, pues su trabajo es unilateral, pero sus necesidades son multilaterales. Para hacerlo necesita de un poseedor de dinero que encuentre valor de uso en su mercancía. De modo que busca introducir al mercado su mercancía, la cual se vuelve un fragmento de concreción material de trabajo humano homogéneo dentro de la totalidad de mercancías del mismo tipo. Este momento es la venta, durante la cual la mercancía se convierte en dinero a partir de su forma mercantil.

El dinero se vuelve una forma transitoria equivalente, ya que en la segunda metamorfosis, la compra, el dinero se vuelve mercancía. La intervención del comprador hace que esta metamorfosis sea también la primera metamorfosis de otra mercancía.

La metamorfosis final consiste en la suma de las primeras metamorfosis de otras mercancías. En ella suceden 4 extremos, la mercancía que se enfrenta al dinero, el poseedor de mercancías que se enfrenta al poseedor de dinero, el dinero se enfrenta a sí mismo al ser el final de la primera metamorfosis y el inicio de la segunda, y por último el vendedor que se convierte en comprador se enfrenta a un tercer poseedor de mercancías que es ahora vendedor para él.

Este movimiento constituye un ciclo en el cual la primer y segunda metamorfosis ocurren al mismo tiempo la una en la otra y se vuelven metamorfosis parciales de otras dos mercancías. Sin embargo ya no consiste en un intercambio sino en una sustitución infinita que nunca se agota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario