viernes, 29 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (IV.)

Marx, El capital, Tomo I, Capítulo IV. México, Siglo XXI, 1975, pp.179-214.
Por: Ana Laura Herrera

Transformación de dinero en capital

1. La Fórmula General del Capital

El capital entra al mercado siempre como dinero, dinero que, a través de determinados procesos se convierte en capital. El dinero en cuanto dinero y el dinero como capital sólo se distinguen por su distinta forma de circulación. Encontramos dos formas de circulación, la circulación mercantil y la circulación dineraria. La primera consiste en vender para comprar y la segunda en comprar para vender.
La circulación de mercancía: M – D – M
La circulación dineraria: D – M – D
En ambos ciclos vamos a encontrar dos fases contrapuestas, la compra y la venta, y en ambos se contraponen los mismos elementos del mundo de las cosas, mercancías y dinero, así como vendedores y compradores.

Movimiento global:
D – M compra
M – D venta
La circulación mercantil inicia con la venta y termina con una compra, donde el dinero media el proceso de circulación M – D –M. En este proceso el valor de uso es el objetivo final de la transacción. A pesar de que ambos extremos poseen la misma forma económica —mercancías cuya magnitud de valor es igual—, son valores de uso cualitativamente diferentes: VUa – D – VUb.

Que el acto de vender para comprar se repita está fundamentado en un objetivo final ubicada fuera de éste: EL CONSUMO.

La circulación dineraria, en cambio, inicia con la compra y termina con la venta, es un proceso que se reduce al dinero, donde el valor de cambio mismo es el objetivo final. En el comprar para vender, el principio y el fin son la misma cosa, dinero, valor de cambio y esto ocasiona que el proceso carezca de fin.

D (VC) – M (VU) – D (VC)

El objetivo de esta circulación es el movimiento infinito de la adquisición de ganancia.
Sin asumir la forma mercantil, el dinero no deviene en capital, esto se debe a que las mercancías son dinero y medio para hacer del dinero más dinero.

2. Contradicciones de la fórmula general

El problema es encontrar el punto en el que se genera el plusvalor, ya que en primer lugar, en el intercambio de mercancías y dinero con un valor de cambio igual, y por lo tanto equivalentes, nadie genera un valor adicional en el proceso, no hay formación de plusvalor.

$10 – M ($10) - $10
D – D

Por otro lado la transformación del dinero en capital o plusvalor, no se explica porque los vendedores vendan las mercancías por encima de su valor ni porque los compradores adquieran la mercancía por debajo de su precio. Además, es importante considerar que el poseedor de mercancías puede crear valores por medio de su trabajo, pero no es capaz de crear valores que se autovaloricen. Lo que el poseedor de mercancías puede hacer es aumentar el valor de una mercancía al agregar al valor existente un nuevo valor por medio de un trabajo nuevo, por ejemplo, transformar una materia prima en producto manufacturado. El mismo material tiene ahora más valor, porque contiene una cantidad mayor de trabajo.

El capital no puede surgir de la circulación, pero a la vez es imposible que no surja de la circulación. Tiene que surgir al mismo tiempo en ella y no en ella.

3. Compra y venta de la fuerza de trabajo

La generación de plusvalor debe surgir de la mercancía que se compra en el primer acto, D - M, pero no con su valor, puesto que se intercambian equivalentes. Como resultado la generación de plusvalor sólo puede surgir de su valor de uso, es decir, de su consumo. Para esto, se requiere de una mercancía cuyo valor de uso posea la propiedad de ser fuente de valor, esta mercancía es:

La capacidad de trabajo o fuerza de trabajo

Entendiendo fuerza de trabajo o capacidad de trabajo como el conjunto de las facultades físicas y mentales que existen en la corporeidad de un ser humano capaz de producir valores.

Existen dos condiciones para que el poseedor del dinero compre la mercancía fuerza de trabajo:
  1. Para que el poseedor de la fuerza de trabajo la venda como mercancía es necesario que pueda disponer de la misma, es decir, que sea libre.
  2. Que el poseedor de la fuerza de trabajo en vez de poder vender mercancías en las que se haya objetivado su trabajo, deba ofrecer como mercancía su fuerza de trabajo.
Como toda mercancía tiene un valor, en este caso el valor de la fuerza de trabajo es el resultado de la suma de medios de subsistencia, que requiere un obrero. El límite mínimo del valor de la fuerza laboral lo conforma el valor de la masa de mercancías indispensables para que el obrero (y sus hijos, los futuros obreros) pueda seguir produciendo.

27.04 Marx. El plusvalor

Bitácora de la sesión del 27 de abril
Por Ana Laura Herrera

Revisamos la circulación de mercancías (M-D-M) la cual se encuentra compuesta por dos elementos: la venta (M-D) y la compra (D-M). En este proceso, para el vendedor la mercancía que se intercambia no tiene valor de uso, pero sí valor de cambio, a diferencia del comprador, el cual encuentra en la mercancía valor de uso por lo que está dispuesto a pagar su valor de cambio. En la circulación de mercancías encontramos que el dinero funciona como elmedio que permite tal circulación. El primer problema al que nos encontramos es que la mercancía es unitaria y las necesidades múltiples, es decir, yo produzco una mercancía pero tengo múltiples necesidades.

El dinero no sólo sirve aquí como medio para la circulación de mercancías, sino como medio de pago. Para que las mercancías circulen, es necesario que la masa de dinero circulante sea igual a la suma de los precios de las mercancías. Cuando la cantidad de dinero circulante no se corresponde con la suma de los precios de las mercancías, se entorpece la circulación de mercancías. El dinero adquiere una personalidad propia, donde ya no sólo funciona como un medio que facilita el intercambio de mercancías.

Para aclarar las diferencias entre los dos procesos de circulación la dineraria y la mercantil realizamos un cuadro comparativo.


El problema al que nos enfrentamos ahora es cómo se genera el plusvalor, esto es, cómo del dinero se produjo más dinero (capital). La solución al problema planteado radica en encontrar una mercancía que en sí misma e independientemente de las circunstancias genere valor, esa mercancía va a ser la fuerza de trabajo; ya que el trabajo es la fuente misma del valor.

Para establecer la fuerza de trabajo como mercancía es indispensable que se cubran dos requisitos:
  1. Que el sujeto que va a vender su fuerza de trabajo sea libre, es decir, que pueda disponer de ella.
  2. Que no cuente con medios de producción por lo que su única pertenencia sea su capacidad de trabajar.
Es importante considerar que el trabajador sólo vende una parte de su tiempo, ya que de lo contrario se vuelve esclavo; en cuanto hombres libres enajenamos parte de nuestro tiempo.

El siguiente problema al que nos enfrentamos es el de determinar cuánto vale esta mercancía denominada trabajo. La respuesta se resume en la cantidad que se requiere para garantizar su sobrevivencia y su reproducción.

El último punto que consideramos fue el financiamiento que el capitalista recibe del obrero, el cual da su mercancía (fuerza de trabajo) a crédito: primero disfruta el empleador de la mercancía que adquiere y después de una semana, quince días o un mes, paga tal empleador la deuda contraída. En otras palabras, el obrero produce valor cada vez que trabaja, sin embrago, recibe su salario cada x tiempo.

En este proceso el dinero se vuelve en capital cuyo núcleo es el plusvalor.

martes, 26 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (III.1, III.2)

Karl Marx, El capital, México, Siglo XXI, 2010 pp. 115 – 139
Por Ileana García

EL DINERO, O LA CIRCULACIÓN DE MERCANCIAS 

1. Medida de los valores

Este apartado explica cómo participan el oro, el dinero y el precio como medida de los valores.

Al ser las mercancías producto de trabajo humano objetivado es posible medir el tiempo de trabajo, su valor inmanente, en una misma mercancía específica, el oro. Para que esto suceda distintas cantidades de una mercancía son igualadas a ciertas cantidades de oro.

De esto se deduce que la cantidad de mercancía y la cantidad de oro tienen el mismo valor, al mismo tiempo representa los valores mercantiles como magnitudes de la misma denominación iguales cualitativamente y comparables cuantitativamente.

A pesar de que el valor de las mercancías está en las mercancías mismas, es mediante la igualación con el oro como es representado. El oro se vuelve la forma ideal de la mercancía (lo cual implica que no es necesario tener oro físicamente presente para poder tasar una mercancía, es decir el oro referido es puramente figurado), diferente a la forma corpórea palpable de la misma.

El oro se vuelve entonces dinero, pero no por eso deja de ser oro. En cuanto dinero es la forma relativa general del valor de las mercancías, en cuanto oro es la forma relativa simple de valor.

El dinero también adopta una dualidad, al ser medida de los valores en cuanto medidor de la encarnación social del trabajo humano, es decir mide el valor de las mercancías y al ser patrón de los precios en cuanto medidor de las cantidades de oro, al momento de hacerlo surge la necesidad técnica de establecer patrones de medida, es decir denominaciones ponderales en forma de pesos metálicos.

Posteriormente las denominaciones dinerarias se separan de las denominaciones ponderales, las causas fueron la introducción del dinero extranjero, el desplazamiento de los metales por aquellos que son más valiosos y la falsificación de dinero por parte de los príncipes. Esto también causó que se creara una regulación por la vía legal, una subdivisión y nomenclatura para que los precios ahora se expresen en denominaciones dinerarias, que sin embargo se refieren a las denominaciones ponderales originales. Como resultado de esta separación al hablar de una mercancía mediante la equiparación con dinero, nos estamos refiriendo al precio pero no sólo al de la mercancía sino también al precio mismo de ese dinero, el precio se convierte en exponente de la relación de intercambio entre el dinero y el precio.

Sin embargo, hay dos incongruencias que se presentan en la forma del precio, la primera, de orden cuantitativo se refiere a una posible divergencia entre el precio y la magnitud de valor ya que en un modo de producción las normas sólo pueden ser promediales, y por lo tanto no cubren en su totalidad la posibilidad de cambios en las circunstancias. La segunda incongruencia es de orden cualitativo, cuando el precio deja de ser la expresión de valor, por ejemplo, las cosas que no tienen valor, tales como el honor o la conciencia adoptan la forma mercantil pues son equiparadas con una cantidad de oro figurado.

La posibilidad de enajenación se encuentra siempre presente en la forma de precio.

Resumen: Marx, El capital (III.1, III.2)

Karl Marx. El capital. Crítica de la economía política. Libro I. Trad. de W. Roces. Fondo de Cultura Económica, México. 1946. Apartados III.1 y III.2
Por Ximena Apáez

Capítulo III
El dinero y la circulación de las mercancías

El Oro es una mercancía dineraria por excelencia. Esto es porque expresa valores mercantiles cualitativos y cuantitativos como una medida de valor en donde se encubre la manifestación del tiempo de trabajo empleado.

Sin embargo, el dinero no tiene precio. Por el hecho de que asume una función de medio de circulación entre las mercarías, el precio del dinero en dado caso, tendría que referirse a sí mismo para encontrar su equivalente, pero en cuanto medida de valor es una idealización expresada en una cantidad monetaria que puede significar un intercambio con otra mercancía. Por esto resulta que la expresión del dinero es un imaginario abstracto.

La forma del precio lleva implícitamente una enajenación en las mercancías, mientras que el dinero sólo expresa una medida ideal del valor. Por tal motivo, el intercambio se efectúa en forma de una mercancía dineraria. El precio es el nombre del trabajo materializado en la mercancía, esto es, el precio es una forma de la expresión del valor.

Los medios de circulación se encuentran en deficiencia ante el proceso de intercambio de las mercancías, desde que el cambio que opera cambiando una mercancía con un valor corriente entre otra mercancía que expresa un valor dinerario, dejando de lado la forma en que ocurre este intercambio. El dinero termina por asumir una función como medio de circulación.

El dinero entonces, se convierte en la expresión del trabajo empleado para contar con este y cambiarlo por una idealización de la mercancía, donde poco importa el tiempo y la dificultad del trabajo que emplearon para crearla.

15.04 Marx. La circulación de las mercancías

Bitácora de la sesión del 15 de abril
Por Ximena Apáez

Las preguntas al iniciar la clase se expresaron en razón de cuestionar cómo funciona el dinero:

¿Cual es el precio del dinero? ¿El dinero como dinero es capital? ¿Por qué hay diferencias dinerarias entre los pueblos? ¿Cómo se dan las diferencias de cambio de dinero por dinero?

Para responder algunas de estas preguntas, en principio se explicó que “el dinero no tiene precio, y para todo lo demás, existe el capital”, dado que el dinero como tal, encuentra su única equivalencia en el dinero mismo y no en otra cosa.

Pero, siguiendo con las interrogantes que esto representa, ¿Por qué el dinero tiene esa capacidad infinita de cambio? ¿Que es lo que lo hace que su valor equivalente pueda ser canjeado por cualquier mercancía? Y es que el dinero implica un trabajo humano abstracto, horas hombre que son empleadas para extraer y trabajar una mercancía dineraria universal: El Oro

El Oro es valorizado y se impone un precio como una forma ideal no corpórea del dinero. De aquí desprendimos las preguntas sobre ¿Cual es el patrón de precio? Resulta que la imposición del precio en el dinero responde a una ambivalencia cuantitativa y cualitativa

Valor     =     Precio

Cualitativo      Cuantitativo

Existen contradicciones cualitativas cuando ciertas mercancías pueden venderse (tener un precio) pero no suponen intrínsecamente un valor, y contradicciones cuantitativas cuando el precio de la mercancía no corresponde a lo que se trabajó.

Después analizamos cómo la mercancía pasa a ser dinero, y cómo el dinero pasa a ser mercancía. En el próximo paso, dimos cuenta que la mercancía pasa a ser un valor generalizado, y el objeto se convierte en un valor de uso particular. Mientras que, cuando el dinero pasa a ser mercancía, se convierte en un objeto enajenable.

La circulación de las mercancías se hace mediante el proceso:

Mercancía - Dinero - Mercancía

viernes, 22 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (II.)

Marx, El capital, Tomo I. Cap. II. "El proceso de intercambio", México, Siglo XXI, pp.103-114
Por José Escárcega

Las mercancías son cosas, productos del trabajo y en este proceso se objetiva trabajo, trabajo abstracto humano. En el proceso de intercambio mercantil se equipara el trabajo abstracto de un productor con otro. Este hecho hace que dos propietarios privados se enfrenten uno al otro para apropiarse de la mercancía ajena al enajenar la propia.

Criticando a Proudhon, quien confunde el intercambio de productos con la producción de mercancías, asume que dicha producción de mercancías es eterna. Sin embargo, como las mercancías sólo poseen valor de uso para otro, son portadoras de valor de cambio, son no-valores de uso para sus poseedores o son valores de uso para sus no-poseedores. En el proceso de intercambio mercantil el valor de uso se realiza como valor y sólo en un acto social es posible hacer a una mercancía determinada un equivalente general. Dicha mercancía adquiere la función de ser equivalente general de mercancías.

El dinero es la cristalización del valor; en este sentido, e un producto necesario del proceso de intercambio que contribuye al establecimiento de una forma autónoma del valor mercantil, esto es, a la conversión de la mercancía en dinero.

El proceso de intercambio mercantil comienza cuando la comunidad se disuelve, seguido del acto en el que los poseedores de mercancías resuelven enajenarlas recíprocamente. De tal modo, la contradicción entre valor y valor de uso se reafirma, ya que el productor está en el dilema de producir cosas útiles para sus necesidades inmediatas o con vistas al intercambio.

Para el intercambio directo de productos toda mercancía es directamente medio de cambio para su poseedor, y equivalente para su no-poseedor sólo en la medida en que tenga valor de uso para él. Este es uno de los aspectos más importantes de la contradicción entre el valor y el valor de uso, es decir, puede haber una sociedad que intercambie directamente sus mercancías sin mediar con el dinero siempre y cuando se observe desde el valor de uso, el dinero que es el vehículo que permite “resolver” el intercambio sólo asume la forma de valor y se convierte en mercancía general.

La magia del dinero consiste en encarnar todo tipo de trabajo humano.

miércoles, 20 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (I.3, I.4)

Karl Marx. El capital. Crítica de la economía política. Libro I. Trad. de W. Roces. Fondo de Cultura Económica, México. 1946. Apartados I.3 y I.4
Por Zuleima Miranda

3. La forma de valor o el valor de cambio

A.Forma simple, concreta o fortuita del valor

1. Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma equivalencial

x mercancía A = y mercancía B

La mercancía A expresa su valor en la mercancía B. En esta forma la primera mercancía desempeña un papel activo y aparece bajo la forma relativa; mientras que la segunda desempeña un valor y aparece bajo la forma equivalencial, pueden intercambiarse los papeles, pero ninguna mercancía puede cumplir con el mismo papel ni con la misma forma al mismo tiempo.

Las mercancías que se están comparando en esta relación, deben ser distintas, pues si se comparan dos mercancías iguales no se expresaría el valor sino que sólo se estaría indicando que hay una determinada cantidad de objeto.

2. Forma relativa del valor

En esta forma el valor de la primera mercancía se expresa en el valor de uso de la segunda. Para comparar dos mercancías es necesario recurrir al elemento que tienen en común, este elemento es el trabajo abstracto.

Ambas cantidades de mercancía valen la misma cantidad de trabajo: si se duplica el tiempo de trabajo de una mercancía también se duplica su valor.

Si el tiempo de trabajo para producir una mercancía A aumenta o disminuye, y el tiempo de trabajo de la mercancía B se mantiene constante, el valor relativo de la mercancía A expresado en la mercancía B también aumentará o disminuirá en razón directa, pero si el tiempo de trabajo necesario para producir la mercancía B es el que cambia, y el de la mercancía A se mantiene constante, el valor relativo de la mercancía A expresado en la mercancía B también cambiará, pero en razón inversa al aumento o disminución del tiempo de producción de la mercancía B. Si los tiempos de trabajo necesario varían simultáneamente en ambas mercancías y en la misma magnitud, la igualdad de las mercancías no sufre ningún cambio.

08.04 Marx. Formas simple, total y general de valor

Por Zuleima Miranda

Para encontrar el valor de una mercancía no es posible comparar una mercancía con otra por su valor de uso, sino que se compara el trabajo humanamente abstracto; es decir, la cantidad de tiempo socialmente requerido para producir un valor de uso.

El valor relativo hace referencia a un trabajo abstracto; por su parte, el valor en su forma equivalente hace referencia al valor de uso.

Toda mercancía tiene una forma natural, es decir, se trata de una cosa material con valor de uso que adquiere valor en el momento en el que se vuelve intercambiable, esto es, al ponerla en relación con otra mercancía encontrando su equivalencia.

Aristóteles pudo encontrar el valor de cambio y el valor de uso, pero no encontró el valor debido a su contexto histórico, ya que era una sociedad cuyos medios de subsistencia dependían de la esclavitud.

Marx enfatiza que el valor es algo distinto e independiente del valor de uso. En la forma general del valor, toda mercancía tiene valor relativo pero sólo una tiene la forma de equivalente general. La mercancía que figura como equivalente general permite la intercambiabilidad por excelencia, por lo tanto es la forma social de las mercancías. El valor relativo de esta mercancía es infinito; se puede intercambiar por cualquier otra mercancía. Esta mercancía en forma general equivalente toma la forma dinero.

El monopolio de la asignación de valor lo tiene el dinero mediante el precio.La mercancía es un fetiche cuando sólo consideramos el objeto en sus características físicas y no el grado suprasensible (producto del trabajo).

martes, 19 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (I.1., I.2.)

Karl Marx, El capital, México, Siglo XXI, 1975, pp.43-57.
Resumen de Darío Cruz

La Mercancía

Los factores de la mercancía:
valor de uso y valor (sustancia del valor, magnitud del valor)

La mercancía es un objeto exterior, una cosa que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas del tipo que fueran. El descubrimiento de un elemento cuantitativo y otra cualitativo constituye un hecho histórico. Ocurre otro tanto con el hallazgo de medidas sociales para indicar la cantidad de las cosas útiles.

La utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso. Pero esa utilidad no flota por los aires. Está condicionada por las propiedades del cuerpo de la mercancía, y no existe al margen de ellas. Así pues, el valor de uso de la mercancía se efectiviza únicamente en el uso o en el consumo. Los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza, sea cual fuere la forma social de ésta. Además, son los portadores materiales del valor de cambio.

El valor de cambio se representa como relación cuantitativa, proporción en que se intercambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra clase. El valor de cambio, pues parece ser algo contingente y puramente relativo, y un valor de cambio inmanente, intrínseco a la mercancía sería una contradicción entre un término y su atributo.

Así pues, las mercancías se intercambia en las proporciones más diversas; de igual suerte, es preciso reducir los valores de cambio de las mercancías a algo que les sea común, con respecto a lo cual representen un más o un menos. Sus propiedades corpóreas entran en consideración, única y exclusivamente, en la medida en que ellas hacen útiles a las mercancías. Pero, por otra parte, es la abstracción de sus valores de uso lo que caracteriza la relación de intercambio entre las mercancías que guarde relación estrecha entre la proporción de cada una de las partes.

En cuanto valores de uso, las mercancías son diferentes por su cualidad; como valores de cambio sólo pueden diferir por la cantidad, y no contienen ni un solo átomo de valor de uso. Si quitamos el valor de uso, sólo restará la propiedad de ser productos del Trabajo.

Si hacemos abstracción de su valor de uso, abstraemos también los componentes y formas corpóreas que hacen de él un valor de uso, sólo restará una misma objetividad espectral, una mera gelatina de trabajo humano indiferenciado. En la relación misma de intercambio entre las mercancías, su valor de cambio se puso de manifiesto como algo independiente de sus valores de uso.

Ese algo común que se manifiesta en la relación de intercambio es su valor. Un valor de uso sólo tiene valor porque está objetivado.

El trabajo que genera la sustancia de los valores es trabajo humano indiferenciado, gasto de la misma fuerza humana de trabajo. Así, el tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de uso cualquiera en las condiciones normales de producción. Por lo tanto, las mercancías que contienen cantidades iguales de trabajo tienen la misma magnitud de valor.

La magnitud de valor de una mercancía se mantendría constante si también fuera constante el tiempo de trabajo requerido para su producción. Asimismo, la fuerza productiva está determinada por múltiples circunstancias.

La magnitud de valor de una mercancía varía en razón directa a la cantidad de trabajo efectivizado en ella e inversa a la fuerza productiva de ese trabajo. Para transformarse en mercancía, el producto ha de transferirse a través del intercambio a quién se sirve de él como valor de uso.

viernes, 8 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (Pról., I.1., I.2.)

Marx el año de publicación de Das Kapital (1867)
Karl Marx, El capital, México, Siglo XXI, 1975, pp.5-57.
Por María González

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN Y PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN ALEMANA

La obra de “El Capital” es el seguimiento de la “Contribución a la crítica de la economía política". El primer apartado es el más complicado. El valor en la forma de dinero carece de contenido, el simple hecho de abstraerlo y explicarlo en formas económicas hace que su articulación sea compleja; sin embargo, esta obra no se la puede acusar de ser difícilmente comprensible.

La intención del escrito radica en la investigación de los modos de producción capitalista y las relaciones de producción e intercambio a él correspondientes. En comparación con Hegel, el en sí y el para sí no son metas a lograr, sino una imposición del vencedor para el futuro que se desarrolla.

El objetivo es, en definitiva, sacar a la luz la ley económica que rige el movimiento de la sociedad moderna, de la cual no se pueden separar las fases consecutivas de los desarrollos históricos. En el dominio de la economía política, la investigación científica libre enfrenta al mismo enemigo; el interés privado.

En el primer tomo, se expondrán una serie de conceptos teóricos que, al traducirlos al francés e ingles perdían cierto sentido, por eso Friedrich Engels decide reelaborar los escritos para su mejor comprensión.

CAPÍTULO I

1. LA MERCANCIA

El análisis se centra en la mercancía. En un primer instante la mercancía es un objeto exterior, que realiza las necesidades existentes. Resultando en un punto de vista doble, el de la cualidad y el de la cantidad, el hecho de darse cuenta de esto constituye ya un hecho histórico.

jueves, 7 de abril de 2011

Consideraciones para leer El Capital

Por: José Escárcega

Como hemos visto, Karl Marx en su juventud perteneció a los hegelianos de izquierda, quienes buscaban interpretar y criticar la obra de Hegel. Este hecho es muy importante porque marcará las investigaciones futuras del propio Marx y Engels, pues tendrán una ruptura tanto con los miembros de dicha corriente como con el propio Hegel.

La ruptura no solo consistió en retomar y criticar algunas consideraciones importantes del sistema filosófico hegeliano sino en adentrarse a la Crítica de la Economía Política. A Marx le llevará mucho tiempo de su vida adentrarse en dicha materia de conocimiento. En estos años de estudio, Marx se dio cuenta que la Economía Política no es un estudio de los precios o de los recursos escasos, ya que estudia las relaciones sociales, cómo dichas relaciones sociales desarrollan ciertas fuerzas productivas, cómo la industrialización adopta la forma de desarrollo, en fin, cómo se transforman la sociedad y la naturaleza con dicho fin.

Por tanto la Crítica de la Economía Política es un discurso crítico con el objetivo de incidir y transformar la realidad.

Es así que el texto de El capital forma parte de una serie de estudios que Marx se propone y que deja inconclusos. Dicho plan, dividido en seis libros, consistía en analizar la realidad en el orden siguiente:
  1. El Libro de El capital
  2. El libro de la Propiedad de la Tierra
  3. El Libro del Trabajo Asalariado
  4. El Libro del Estado
  5. El Libro del Comercio Exterior
  6. El Libro del Mercado Mundial y la Crisis
El capital critica todo el sistema de categorías de la Economía (Política) vulgar a un nivel abstracto; por lo tanto, no es un investigación económica de la Inglaterra del siglo XIX o una explicación concreta, sino un marco teórico categorial, donde la investigación económica está en el fundamento de la toma de decisiones prácticas.

06.04 Marx. Valor, valor de uso, valor de cambio

Por Darío Cruz

Esta sesión se dirigió, principalmente, al estudio del primer capítulo de El Capital de Karl Marx. El punto principal de la discusión y de la explicación desarrollada estuvo centrado en el papel de la Mercancía. ¿Qué entiende Marx por Mercancía? La intención de Marx por establecer una correcta distinción entre objeto y Mercancía le harían explicar primeramente, para la comprensión de sus demás postulados.

La Mercancía era considerada como un objeto “natural intercambiable”. En un primer momento, la Mercancía resulta algo útil, es decir, un satisfactor de necesidades. Pero para Marx y su análisis esta explicación se quedaría muy corta. De esta manera, Marx establece que la Mercancía posee cualidades bifacéticas: el Valor de Uso (V.U.) y el Valor de Cambio (V.C.).

El V.U. corresponde a la utilidad y a la satisfacción de las necesidades de aquellos que la requieran. El V.U. es determinado por la necesidad; así pues, esta categoría está dividida en el contenido material que corresponde a la riqueza y el consumo. Asimismo, el Valor de Cambio es aquella categoría poseedora de una relación cualitativa con el V.U.; el V.C. existe siempre y cuando alguien la necesite y esté mediada por un intercambio. Un ejemplo muy claro: el aire posee un Valor de Uso para todos los seres humanos; sin embargo, no posee un Valor de Cambio porque no puede ser intercambiado (hasta ahora).

La tercera categoría es el Valor. Para ello, Marx representa el proceso de intercambio mediante una simple equivalencia:
x trigo = y hierro
De esta manera, la igualdad corresponderá a un “común denominador”, al cual Marx llamará Trabajo (T). El Valor resultará ser una construcción completa y absolutamente humana y por lo tanto, una abstracción. Entonces, la Mercancía posee un Valor de Uso de carácter cualitativo; por la otra parte, un Valor de Cambio de carácter cuantitativo, mismo que posee un referente humano llamado Trabajo, y éste permite comparar los objetos de intercambio.

La equivalencia o Valor es la cantidad de Trabajo requerido para elaborar la Mercancía; precisamente, ambas partes de este planteamiento se remiten a la misma cantidad de Trabajo con la que pueden ser comparadas; y estarán en función de la equiparación del Trabajo. También es importante agregar que el Valor cambiará en función de las condiciones tecno-históricas (Fuerzas productivas). El Valor de la Mercancía es igual a la cantidad de Trabajo requerido para elaborar la Mercancía.

La Mercancía tendrá un V.U. “para otros” y sólo así tendrá Valor. Y el Valor de toda M es social porque es, por una parte, producto de un trabajo humano y, por otra, sujeto de intercambio.

06.04 Marx. Valor, valor de uso, valor de cambio

Bitácora de la sesión del 6 de Abril de 2011
Por María González

¿Por qué Marx inicia hablando de la mercancía en El capital? Porque este objeto (mercancía) era conocido como natural, es decir, se intercambiaba alguna mercancía simplemente para satisfacer necesidades. Entiendo a su vez necesidad, como algo que un individuo considera con valor de uso.

El objeto que se nos presenta como útil tiene un carácter doble: un valor de uso y un valor de cambio, que ya han sido descritos desde Aristóteles. El primero es un valor del objeto respecto de quien satisface por medio de él una necesidad. Las características más importantes del valor de uso son, por una parte, el contenido material, que expresa la riqueza de un individuo, y la realización mediante el consumo. El valor de cambio es una relación cualitativa, en el que, el intercambio se da con base en un valor de uso equivalente a otro valor de uso. De modo que, cuando establecemos un intercambio tal como
20 toneladas de trigo = 1 tonelada de hierro
lo común entre las dos mercancías es la categoría de valor, que abstrae la naturalidad del valor de uso.

El valor se diferencia del valor de uso (por la cualidad) y del valor de cambio (por la cantidad). Sin embargo, lo que permite comparar dos mercancías entre sí es la propiedad del trabajo humano, o la materialización del trabajo abstracto. Puede existir un valor de uso que carezca de trabajo humano, y por ende de valor de cambio. Lo que tiene un valor de cambio conlleva necesariamente un trabajo humano.

Por consiguiente, el valor de una mercancía es la materialización del trabajo abstracto, lo que remite a un trabajo diferenciable, a una cierta cantidad de trabajo.

“20 toneladas de trigo valen (tanto como) 1 toneladas de hierro”. Lo que hace que tengan el mismo valor es el tiempo productivo empleado o la magnitud del valor del trabajo socialmente establecido. Este valor muta al haber un cambio en las fuerzas productivas, ya sea por el tiempo requerido o por la disponibilidad de la materia prima.

miércoles, 6 de abril de 2011

01.04 Marx y Engels. Producción

Bitácora de la sesión del 1 de abril
Por Jorge Luis Chávez

Iniciamos con la diferenciación entre el hombre y los animales. Al hombre se le reconoció como cualidad específica el ser creador de su medio ambiente. Basados en esta diferencia, se presenta ahora la contradicción entre historia y naturaleza. La principal diferencia es que la primera cambia a través del tiempo y la segunda se mantiene igual hasta que el hombre la transforma y la convierte en un producto histórico.

En la producción como base del análisis había dos elementos: lo que se produce y cómo se produce. Además, existe una separación entre la producción física y la intelectual, que va a estar determinada por los modos de producción existentes. Es así que la producción intelectual –ideas- va a ser determinada por las condiciones materiales existentes.

Regresando al cómo de la producción, vimos que el aumento de la población va a traer consigo una ulterior división del trabajo para satisfacer las nuevas necesidades creadas por las condiciones materiales, que a su vez producen nuevas formas de organización social. Eso va a llevar a una evolución en las sociedades donde se una clase representa su interés particular como general, enajenación.