viernes, 29 de abril de 2011

27.04 Marx. El plusvalor

Bitácora de la sesión del 27 de abril
Por Ana Laura Herrera

Revisamos la circulación de mercancías (M-D-M) la cual se encuentra compuesta por dos elementos: la venta (M-D) y la compra (D-M). En este proceso, para el vendedor la mercancía que se intercambia no tiene valor de uso, pero sí valor de cambio, a diferencia del comprador, el cual encuentra en la mercancía valor de uso por lo que está dispuesto a pagar su valor de cambio. En la circulación de mercancías encontramos que el dinero funciona como elmedio que permite tal circulación. El primer problema al que nos encontramos es que la mercancía es unitaria y las necesidades múltiples, es decir, yo produzco una mercancía pero tengo múltiples necesidades.

El dinero no sólo sirve aquí como medio para la circulación de mercancías, sino como medio de pago. Para que las mercancías circulen, es necesario que la masa de dinero circulante sea igual a la suma de los precios de las mercancías. Cuando la cantidad de dinero circulante no se corresponde con la suma de los precios de las mercancías, se entorpece la circulación de mercancías. El dinero adquiere una personalidad propia, donde ya no sólo funciona como un medio que facilita el intercambio de mercancías.

Para aclarar las diferencias entre los dos procesos de circulación la dineraria y la mercantil realizamos un cuadro comparativo.


El problema al que nos enfrentamos ahora es cómo se genera el plusvalor, esto es, cómo del dinero se produjo más dinero (capital). La solución al problema planteado radica en encontrar una mercancía que en sí misma e independientemente de las circunstancias genere valor, esa mercancía va a ser la fuerza de trabajo; ya que el trabajo es la fuente misma del valor.

Para establecer la fuerza de trabajo como mercancía es indispensable que se cubran dos requisitos:
  1. Que el sujeto que va a vender su fuerza de trabajo sea libre, es decir, que pueda disponer de ella.
  2. Que no cuente con medios de producción por lo que su única pertenencia sea su capacidad de trabajar.
Es importante considerar que el trabajador sólo vende una parte de su tiempo, ya que de lo contrario se vuelve esclavo; en cuanto hombres libres enajenamos parte de nuestro tiempo.

El siguiente problema al que nos enfrentamos es el de determinar cuánto vale esta mercancía denominada trabajo. La respuesta se resume en la cantidad que se requiere para garantizar su sobrevivencia y su reproducción.

El último punto que consideramos fue el financiamiento que el capitalista recibe del obrero, el cual da su mercancía (fuerza de trabajo) a crédito: primero disfruta el empleador de la mercancía que adquiere y después de una semana, quince días o un mes, paga tal empleador la deuda contraída. En otras palabras, el obrero produce valor cada vez que trabaja, sin embrago, recibe su salario cada x tiempo.

En este proceso el dinero se vuelve en capital cuyo núcleo es el plusvalor.

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