viernes, 22 de abril de 2011

Resumen: Marx, El capital (II.)

Marx, El capital, Tomo I. Cap. II. "El proceso de intercambio", México, Siglo XXI, pp.103-114
Por José Escárcega

Las mercancías son cosas, productos del trabajo y en este proceso se objetiva trabajo, trabajo abstracto humano. En el proceso de intercambio mercantil se equipara el trabajo abstracto de un productor con otro. Este hecho hace que dos propietarios privados se enfrenten uno al otro para apropiarse de la mercancía ajena al enajenar la propia.

Criticando a Proudhon, quien confunde el intercambio de productos con la producción de mercancías, asume que dicha producción de mercancías es eterna. Sin embargo, como las mercancías sólo poseen valor de uso para otro, son portadoras de valor de cambio, son no-valores de uso para sus poseedores o son valores de uso para sus no-poseedores. En el proceso de intercambio mercantil el valor de uso se realiza como valor y sólo en un acto social es posible hacer a una mercancía determinada un equivalente general. Dicha mercancía adquiere la función de ser equivalente general de mercancías.

El dinero es la cristalización del valor; en este sentido, e un producto necesario del proceso de intercambio que contribuye al establecimiento de una forma autónoma del valor mercantil, esto es, a la conversión de la mercancía en dinero.

El proceso de intercambio mercantil comienza cuando la comunidad se disuelve, seguido del acto en el que los poseedores de mercancías resuelven enajenarlas recíprocamente. De tal modo, la contradicción entre valor y valor de uso se reafirma, ya que el productor está en el dilema de producir cosas útiles para sus necesidades inmediatas o con vistas al intercambio.

Para el intercambio directo de productos toda mercancía es directamente medio de cambio para su poseedor, y equivalente para su no-poseedor sólo en la medida en que tenga valor de uso para él. Este es uno de los aspectos más importantes de la contradicción entre el valor y el valor de uso, es decir, puede haber una sociedad que intercambie directamente sus mercancías sin mediar con el dinero siempre y cuando se observe desde el valor de uso, el dinero que es el vehículo que permite “resolver” el intercambio sólo asume la forma de valor y se convierte en mercancía general.

La magia del dinero consiste en encarnar todo tipo de trabajo humano.

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